La conexión no necesita de idiomas
No son necesarias las palabras para interpretar el gesto que quiere divertirnos, porque sabe el valor que tiene la risa. Nada podemos lograr con una cara larga y el corazón lleno de amargura. Son como sustancias corrosivas que afectan a los que se cruzan en nuestro camino y a nosotros mismos. Incluso si no tenemos motivo de estar alegres debemos mirar el mundo con sentido del humor. Muchas veces dentro de la gran tragedia no queda más que reír.